martes, 30 de junio de 2015

¡Crónicas musicales! "Las noches azules del Rincón azul"




     "Las noches azules del Rincón azul de Guanabo"


                         

Por Omar Alfonso Reyes Canto

   En Cuba,  gracias al cálido clima de sus días soleados, mucha gente comienza a ir a la playa desde el mismo mes de marzo; y hasta el mismo mes de octubre... Pero, claro es, es en los meses de mayo, junio, julio y agosto, cuando la temporada playera está en su máximo apogeo... -desde luego, lo mismo sucede en el Sur de la Florida; especialmente en Miami...


   En el mes de mayo de 1974, recién comenzado el auge de la temporada playera del verano en Guanabo, el reconocido grupo orquestal "Los Nómadas" fue contratado para acompañar los shows que se presentaban todas las noches en el cabaret Rincón Azul de esa ciudad veraniega; la cual está localizada 18.2 kilómetros al Este de La Habana.

   Para ese entonces, tal como en una ocasión anterior había referido, el músico-administrador de este grupo musical, el señor Ramón Huerta, (quien a su vez tocaba las tumbadoras), me llamó para ocuparme de la dirección musical del grupo y a la vez tocar la batería para el  mismo; ya que, su director, el gran pianista Modesto Díaz (fallecido hace años en Miami) había renunciado a la dirección musical por motivos de salud...Con anterioridad yo había conocido a Huerta cuando juntos trabajamos en el año de 1970 en el mundialmente famoso cabaret Tropicana. Desde ese entonces, ambos habíamos mantenido una relación tanto profesional como amistosa; por lo que asumo que estos fueron los factores que determinaron su decisión de ofrecerme este trabajo...

   Así fue que, una vez acordado todos los pormenores habidos y por haber en cuanto a mi nueva ocupación profesional, una tarde del mismo mes de mayo tomé un omnibus (guagua) de la ruta 62, y salí rumbo a Guanabo. Dos son las rutas por las que este omnibus se dirige a Guanabo. Una es por la vía de Campo Florido (pequeño y pintoresco pueblo que hace honor a su nombre), y la otra por la Vía Blanca, una bella avenida de doble vías que va bordeando toda la costa desde La Habana hasta Matanzas; adornada en el centro con unas plantas florales de color rosa llamadas Adelfas.-ya puede uno imaginarse cuánta belleza natural hay en este recorrido; especialmente en un día de verano...

   Pues bien, una vez llegado a mi destinatario, me dirigí a la casa donde se encontraban los músicos del grupo esperando por mi llegada, para, precisamente, comenzar a ensayar la música del show de esa misma noche... Esto conllevaba dos cosas fundamentales. La primera, que ellos pudieran familiarizarse con mi estilo de dirigir y tocar la batería a la vez; precisamente, en tan corto tiempo... La segunda, pues definitivamente me correspondía a mí: tenía que familiarizarme con todos los arreglos de la producción musical de una hora y media de duración... lo que significaba anotar los tiempos, los ritmos, los cambios, las entradas, las repeticiones, las terminaciones, los saltos, en fin, con todos los pormenores técnicos de los mismos...
   
   Pero a pesar de que la tarea se las traía, ya que el show conllevaba todos los elementos de una verdadera producción musical, tenía cuerpo de bailes, cantantes de distintos géneros, parejas rumberas, animador (el conocido Raúl de Arma), etc., afortunadamente, esa noche el show pudo continuar... - como se dice en nuestro propio argot músico-profesional- Desde luego, hoy día, después de haber transcurrido un tiempo bastante considerable, en la distancia del tiempo, pienso que todo esto se pudo lograr gracias al nivel técnico profesional de los integrantes del grupo; y en especial, a la tenacidad y el ímpetu de nuestra propia juventud...

   A través de toda la temporada de casi cuatro meses de duración, hubo muchas anécdotas que a veces se sucedieron en aquellas noches "azules" de este centro nocturno. Una de estas anécdotas, quizás la más simpática de todas desde el punto de vista de nosotros los músicos y artistas del espectáculo (no así del de los camareros), fue la recordada como la del "Flaco de la Pista..."

   Resulta ser que una noche un individuo alto y muy delgado, que aparentaba tener unos treinta y tantos años de edad, y al parecer con mucho dinero, solicitud a los camareros una mesa de pista. Los que entienden de estos menesteres cabareteros saben de que ésta es una posición en cierto sentido privilegiada, por cuanto desde ella se puede presenciar el show en primera linea... 

   Pues bien, el caso es de que este individuo consiguió que le dieran la solicitada mesa de pista. En ella se rodeó de varias mujeres jóvenes y bellas, las que con él disfrutaban del show y bebían distintos tipos de bebidas alcohólicas... Por otra parte,  en varias ocasiones a través de toda la noche, este individuo procedió a invitar a todos los músicos y artistas a beber también;  así como a los propios camareros que le atendían... Por supuesto, varias fueron las rondas de estas invitaciones en las que, como es costumbre en estos casos,  todo el mundo alzaba la copa, el vaso, o la misma botella, y dándole las gracias por la invitación, brindaban con alegría por la salud de esta persona aparentemente muy altruista...

   De manera que, ante esta eventualidad generosamente fortuita, los camareros se esforzaban  en servir cada solicitud de este notable caballero...Claro es, "afilándose los dientes" al hacerse que bebían todos los tragos que éste les invitaba; pero,  lo que verdaderamente hacían, era sacar el dinero de la caja contadora por cada trago que eran invitados... -desde luego, con la finalidad de reponer el dinero una vez que que el cliente les pagara al final de la noche, para entonces después compartir la ganancia entre todos...- lo que, por supuesto, significaría una cuantiosa propina...

    Pero, lo que nadie sabía era de que el apodado "El Flaco de la Pista", tenía tremendo record policial al efecto de siempre hacer lo mismo... y no era precisamente por solicitar una mesa de pista e invitar a casi todo el mundo a beber y a comer... No, el asunto era otro; y en esta ocasión no hubo excepción alguna...Resultó ser de que al final de la noche, después de haber consumido en comidas y bebidas una cantidad considerable de dinero, casi cayéndose de la silla, se incorporó apoyándose en la mesa, y ya con la lengua enredada, debido a la tremenda "curda" (borrachera), y riéndose burlonamente a carcajadas, les dijo a los camareros (los que para ese entonces ya habían venido a cobrarle), que tenían simple y llanamente que llamar a la policía porque él no tenía ningún dinero para pagar...- y así continuó diciendo-  "que a mí poco me importaba que me vuelvan a enviar a la prisión por otros seis meses" - los volvió a mirar y sonriendo les dijo- "si al final, esto es lo que me gusta hacer... porque de seguro voy volver de nuevo a hacer lo mismo..."

   No hay mucho que imaginarse con respecto a la tremenda algarabía que se formó entre todos los presentes por este hecho tan sorpresivo como imprevisible; especialmente la que se originó entre los estupefactos camareros...Bueno, finalmente, al "Flaco de la Pista" la policía tuvo que llevárselo cargado porque no podía sostenerse por si solo; y los camareros, pues se apresuraron a devolver todo el dinero de la "codiciada propina..."

   Nada, que para nosotros los músicos y artistas, y tal vez para otros también, esa noche cerró con un tremendo show...(!)

   Y así, a través de las noches azules transcurridas en este cabaret llamado "Rincón Azul", situado en la misma orilla del mar, exactamente en la playa llamada Cuba (de Guanabo), a lleno completo, con algunas que otras anécdotas nocturnales aún por contar, con la alegría contagiosa del ambiente farandulero, y con la satisfacción de estar residiendo en hoteles y casas habilitadas para nosotros al efecto -donde hasta la dieta estaba incluida-, nuestro grupo estuvo acompañando todos los shows a través de aquella entrañable temporada veraniega...

Omar

Notas

Miembros del grupo:

Ramón Huerta: tumbador y administrador
Modesto Díaz : Pianista y teclados
Jesus Roig: Cantante
Vitelio Cruz: primer Trompetista
José "pepe" Guías: segundo trompetista
Luis (mentirita): guitarrista
"El Chino Quikle": bajista
Virgilo "Villito" Mixama: alto sax
Olimpia: tenor sax
Alfonso: bongosero
y un servidor: baterista, arreglista y director musical

Nuestro grupo también acompañó (e hizo presentaciones estelares como grupo)  en los hoteles Riviera, Capri, Nacional y Habana Libre, etc.; además de participar en los shows de las Brigadas Artísticas que periódicamente se presentaban en diferentes centros nocturnos situados en pueblos y ciudades de Habana-Campo y en el interior del país...

Aunque ya para el año de 1974 el transporte había mejorado un poco, aún para la playa continuaba siendo prácticamente caótico. Por ello, a nosotros, los músicos y artistas, se nos habilitaba con dinero para la comida (eran como unos sellos) y vivienda... Esta última,  la vivienda, era en una casa usada por los planes vacacionistas de verano, así como en unas cuantas habitaciones del hotel Cuba...  De veraz que esto era una gran oportunidad para nosotros, no sólo por lo del transporte, sino por la oportunidad de poder traer a nuestras respectivas familias a pasar parte del verano en la playa... 

"El Flaco de la Pista" ya había hecho lo mismo en el año anterior  (1973) en el Cabaret Nacional de La Habana, que estaba situado en los bajos del edificio que ocupan el Centro Gallego y el Teatro Nacional, en la esquina habanera de Prado y San Rafael.

Hay apellidos de algunos miembros del grupo que ya no recuerdo bien...-hecho por el cual pido disculpas.

  

   

   

   

   

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