jueves, 20 de diciembre de 2012

#"Crónicas musicales" #¡Director vs Músicos!


         "La relación entre el director de orquesta y los    músicos"

Por Omar Alfonso Reyes Canto



    Muchos se preguntan cómo los músicos obedecen las orientaciones del director de la orquesta, si es que ellos  aparentemente no lo están mirando...Y también, cómo un director de orquesta es capáz de dirigir todos los instrumentos musicales sin siquiera  saber cómo tocarlos... Pues bien todas estas interrogantes que seguramente muchos de los lectores han tenido por mucho tiempo, al respecto de estos aspectos del acontecer musical profesional, serán dilucidadas en este escrito.

   Aunque a simple vista no parezca así, existe una relación visual entre los músicos de una orquesta y su director musical. Por cuanto los músicos ejercitan una mirada periférica que les permite observar todos los movimientos del director, aun cuando los mismos están tocando la partitura musical a la vez...Esta es una facultad natural que los músicos adquieren, principalmente, mediante el ejercicio diario de leer música y la práctica en conjunto en los ensayos cotidianos...Siempre ha habido una interrogante por parte del público en general referente a este aspecto del quehacer musical profesional.  En reiteradas oportunidades han habido personas que se me han acercado para preguntarme al respecto de cómo los músicos saben seguir las indicaciones del director sin estar mirándolo... 

   Por otra parte, en cuanto a la función del director de orquesta con respecto a su relación con los músicos de la misma, ésta debe ser establecida desde el primer ensayo. Pero, eso si, hay que estar bien consciente de que cuando un director se presenta ante una orquesta por primera vez, debe llevar en su mente de que va como a enfrentar a su propio enemigo... profesionalmente hablando. Porque, a decir verdad, hasta que el último de los músicos -por así decirlo- no considere de que tienen ante si a un director verdadero, el respeto al mismo no se establecerá en medida alguna.

   También es cierto de que, cuando un director musical tenga que dirigir la orquesta siguiendo las recomendaciones de cualesquiera de los músicos de la misma, ahí mismo ha dejado de ser el director musical de la orquesta para ceder tal posición al determinado músico... Y por seguro, siempre un director se va a encontrar en su desenvolvimiento profesional con músicos con estas características de intromisión... esos prontos a dar una opinión sin que nadie se las haya pedido...

   Ahora bien, un director de orquesta tiene que estar técnicamente preparado para tal acometido. Debe saber cómo resolver cualquier problema que se suciste en el ensayo, ya sea armónico, melódico, instrumental o rítmico...además de poseer un oído capaz de detectar tanto una nota discordante, (fuera de la armonía o de la tonalidad), así como cualquier efecto que cause un rechazo ritmático en la sección percutiva en general...(especialmente en materia de la música cubana y latinoamericana en general)

     Al respecto de la preparación académica de los directores orquestales, (tanto teórica como práctica),  recuerdo una anécdota repetidamente sucedida en uno de los shows que en el Cabaret Nacional de Cuba se presentaba todas las noches a principios de la década de 1970. Resulta ser que había un director musical de muy buena preparación académica, pero sólamente en el ámbito teórico. Pues bien, había un número musical que se acompañaba con la orquesta del show, que era la orquesta "Sideral" (antiguamente la orquesta de "Natilla Jimenez"), y que llegado un determinado compás el director tenía que dar la entrada a las trompetas, (como es usual en el oficio del director, o sea, marcar o dar las entradas a las distintas secciones de la orquesta),  pero en este caso, nuestro director siempre se adelantaba dos compases al compás en el cual las trompetas tenían que tocar... Entonces, el primer trompetista de la orquesta, Pedrito ( alias "Natilla", que era hijo del célebre pelotero "Natilla Jimenéz, antiguo dueño de la orquesta), se incorpora de su asiento y, para asombro de todos, comenzaba a tocar la introducción del famosísimo paso doble "España Cañí"...

   Hay que aclarar de que en Cuba, a todo aquel que esté fuera de ritmo, ya sea porque se atraviese o no sepa entender la complejidad del mismo, se le vipuréa con el término de "gallego"; aunque no en una forma ofensiva, sino mas bien humorísticamente...Así que, en el caso relatado, simplemente era una manera de alertar jocosamente al director de que estaba equivocado en su decisión de dar la entrada a la cuerda de trompetas en el compás equivocado...-Por supuesto, la gente naturalmente encontraba este hecho muy simpático y por ello se "destornillaba de la risa..."

   Por ello es necesario de que todos los que aspiren a ser directores orquestales estén bien preparados a todos los niveles de la profesión, y en cualesquiera de los oficios en que se comprende esta actividad... Porque cierto es que todo director debe estar bien seguro antes de pararse en el podium de una orquesta, porque, como antes dijera, es como enfrentarse a su habitual enemigo; que no es otro que el mismo músico que va a dirigir...  Ya que, en el peor de los casos, este último,(el músico), desde el primer momento en que el director baje la batuta, y de una manera muy suspicáz, -tal si fuera Sherlock Homes-va a estar al tanto de cualquier "crazo error" que este tenga... para, a la primer oportunidad, comenzar a comentarlo con su "doctor Watson", que siempre es su más cercano colaborador en estos menesteres; quien a su vez lo comentará al  resto de los miembros de la orquesta; creándose  entonces un climax de "chisme e intriga musicales" en referencia al nivel técnco del pobre director...

   Por lo que, para evitar todo lo antes señalado, lo más importante para un director y los músicos de su orquesta, es que ambas partes puedan establecer una buena comunicación desde el primer ensayo; pero sin que el director tenga que prescindir de su autoridad como tal; la que jamás tenga que ser apreciada por parte de los músicos como tiránica... Porque, al final, el beneplácito de la orquesta es lo que cuenta, y este se adquiere mediante el ejercicio de un respeto mutuo, tanto personal como profesional, considerando las delimitaciones de cada desempeño en la misma...

Omar



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