Folclórico Nacional de Cuba!
Por Omar Alfonso Reyes Canto
Hubo una gran orquesta que, sin haber realizado nunca una grabación discográfica al efecto logró el respeto y la admiración del público en general, así como el de la comunidad artístico-musical; y de todo aquél que pudo presenciar sus revelantes conciertos a través de toda la república.
Esta orquesta simplemente se le conocía como la orquesta del “Conjunto Folclórico Nacional”, el que a su vez era o es, una reconocida entidad artística a la cual estaba asociada la misma...
Para 1970 , viniendo de la Banda de Conciertos de Mazorra, y después de haber pasado satisfactoriamente la prueba técnica, que en calidad de oposición era requerida, entré a formar parte de la Orquesta del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba; la cual ya llevaba unos años de formada. Su director musical, el destacado maestro Obdulio Morales,-repetado musicólogo y folclorista-, había comenzado en la orquesta un poco antes que yo.
Esta era una orquesta de excelente calidad que tenía un formato orquestal heterogéneo, por cuanto habían maderas, metales, cuerdas y percusión general. Las presentaciones de la misma, que además de las giras internacionales en las cuales participó, se realizaban en los centros culturales que habían en todas las provincias de la nación cubana. Así, hubo presentaciones en el teatro Oriente, en Santiago dse Cuba, en Camagüey, en Las Villas, en Matanzas, en Pinar del Río, y en La Habana.
Quedan en la memoria aquellas exitosas presentaciones de la orquesta en el teatro Mella, donde a teatro lleno, las mismas se extendían por temporadas, de jueves a domingos, (habiendo dos funciones los domingos). También, la orquesta se presentó en la Catedral de la Habana, en el Palacio del Segundo Cabo, (donde entonces radicaba el Consejo Nacional de Cultura),en el histórico teatro Martí, y en otros importantes escenarios de la cultura en general.
Pero hay dos presentaciones que resultaron sumamente importantes para el conocimiento del prestigio y la calidad de la orquesta. La primera de ellas fue en los conciertos didáctico-musicales que por una temporada se presentaban todos los lunes en la Biblioteca Nacional José Martí, donde lo más selecto de la sociedad intelectual, artística y musical, así como el público en general, se hacía presente en los mismos; y donde se ejecutaron mis dos primeros arreglos para este tipo de conciertos, los mismos fueron la contradanza "Los ojos de Pepa", de Manuel Saumell (llamado el padre del nacionalismo cubano), y la danza "Los 3 golpes", del insigne pianista y compositor cubano, Ignacio Cervantes, (premio "Gran Prix" de Paris, Francia).
La otra gran presentación de la orquesta fue en el programa televisivo “Art-Tv”, que se transmitía jueves alternos por el canal 6 de la televisión national; que dada el contenido netamente cultural del mismo, resultó ser una plataforma idónea para dar a conocer el destacado trabajo colectivo de nuestra orquesta a nivel nacional...
En cuanto a las grabaciones musicales de la orquesta, que, como con anterioridad hiciera saber no hubo ninguna a saber. Pero, por motivo de una presentación especial de la orquesta en un programa televisivo que se transmitía jueves alternos, titulado ART-TV, se grabó una cinta magnetofónica de una hora de duración; para que la orquesta doblara todos los temas musicales que se habían grabado.
Siendo afiliada al Conjunto Folclórico Nacional, la función primordial de la orquesta era la de proveer el respaldo musical al cuerpo de bailes del mismo. El principal espectáculo en el cual participaban tanto el cuerpo de bailes como la orquesta, se titulaba, “Ciclo de Música Popular”. En el mismo, se hacía un recorrido musicalmente retrospectivo de la música popular cubana de más de dos siglos de existencia.
Los géneros que se interpretaban, los cuales a su vez eran coreografiados por el cuerpo de bailes, con los atuendos y vestuario correspondiente a cada estilo y época, eran los siguientes: Contradanza, Danza, Danzón, Son, Guajira, Danzonete, Afro, Mambo, Cha-cha-chá, y los nuevos ritmos surgidos a finales de la década de 1960; los cuales yo resumí en un arreglo musical que se ejecutaba para finalizar el espectáculo.
La orquesta ensayaba de lunes a viernes en los predios de la institución, en el Vedado. Los ensayos se hacían primeramente por cuerdas, para “pulir” las indicaciones de la dinámica y del fraséo existentes en los arreglos musicales, y luego se hacían en conjunto; o sea, toda la orquesta. Por supuesto, que los ensayos generales, los que comprendían el cuerpo de bailes y la orquesta, se realizaban en el teatro; donde se perfilaban los detalles de luces, vestuario,sonido, entradas y salidas, etc.
Ahora bien, hay un dato curioso que es interesante destacar. La orquesta no tenía un solo instrumento musical que fuese electrico, (ni electrónico). El sonido de la misma era acústicamente natural, el producido por el ambiente acústico del lugar y los instrumentos musicales... Por lo que, alcanzábamos a interpretar la música con todos los matices señalados en la partitura...; logrando “pianos sinfónicos“, (en referencia al matiz); —como una vez dijera un detacado musicólogo italiano, autor de un tratado de armonía, bajista de la Orquesta Sinfónica Nacional, llamado Italo Bessa.
También, y este es otro detalle interesantísimo, la orquesta tocaba en escena sin atril, por cuanto todos los papeles, (partichelas y partituras), habían sido memorizados con anterioridad; claro es… Parece ser que, sin proponérnoslo, y posiblemente sin saber, seguíamos la indicación del gran director italiano, Arturo Toscanini, quien dijera: “que no había que tener la cabeza en la partitura, sino la partitura en la cabeza…” Este distinguido director orquestal, quien para muchos es considerado uno los más grandes de todos los tiempos, dirigía de memoria todas las obras sinfónicas que interpretaba en sus conciertos...
Los miembros de nuestra orquesta, hasta el momento en que me gradué del curso de dirección orquestal en el ICR( hoy ICRT, con mis compañeros de estudio, Miguel Paterson y Rey Montesinos, que son los actuales directores de la orquesta sinfónica de dicha institución), fueron los siguientes: Flauta, Joseito, Violines, Angelito (y dos compañeros más que no recuerdo sus nombres), saxofones ( doblando con clarinetes), Emilio Rojano, Filiberto Alderete, Marín Barreto, Roberto Barreto, Valle, (excelente saxo barítono y gran ser humano que me ayudó a dar a conocer mis primeros intentos en materia de arreglos musicales; el mismo falleció al poco tiempo de causas naturales), Ramiro, un miembro del cuerpo de bailes que tocaba saxofón y se sumaba a la orquesta; trompetas, Aquilino, Somellán, Pagés, y “Tono lindo”, Trombón de vara, de pistones, y figle, Piedra, (quien tocaba conmigo en la Banda de Mazorra y me recomendó para presentarme a hacer la audición en el Folclórico), piano, Geraldo, Bajo, Oviedo, timpani, “Coquito”, tumbadoras, los hermanos Peyados, (que mucho me enseñaron de la ritmática afrocubana), bongoses, Agustín Gutierrez, (quien fuera un gran percusionista de trayectoria histórica), Eulasia, cantante y percusión menor, en la dirección orquestal y arreglos, el gran maestro Obdulio Morales, y, finalmente, yo como baterista.
Resumiendo este escrito, quisiera añadir que esta orquesta fue como la base de mi fundación para los quehaceres ritmáticamente musicales que en nuestra profesión me he venido desenvolviendo a través del tiempo transcurrido… Por ello, el recuerdo de la misma, así como el de todos mis compañeros de profesión que compartimos nuestra estancia en aquel tiempo, (alguno de ellos ya han desaparecidos físicamente), ha sido de naturaleza entrañable en mi persona… Y, por aquello de practicar la gratitud por todo lo que aprendí de cada uno de ellos, es que he escrito estas lineas en digno reconocimiento a la que fuera nuestra inolvidable gran orquesta…
Omar
Notas.
Esta es la tercera vez que escribo sobre este tema debido a que las dos anteriores se me borraron; y no las tenía salvadas....Por eso puede, —y casi por seguro—, que hayan detalles que se han quedado fuera por cuanto los he olvidado...; al menos por el momento...
También, con el transcurso del tiempo he olvidado el apellido de muchos de mis compañeros de la orquesta; por lo que quisiera me disculpen al respecto...
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