sábado, 11 de julio de 2015

¡Crónicas musicales! "Nuestra Juventud, la Moda y la Música"




         "Nuestra Juventud, la Moda y la Música"

Por Omar Alfonso Reyes Canto

    Cierto es de que la juventud termina imponiendo sus gustos, tanto en la moda como en la música; por lo que, aunque con las usuales limitaciones y restricciones de nuestra época, la nuestra no fue la excepción...

   En nuestra época de juventud, allá a principios de los años 60s, en nuestro gusto musicalmente juvenil, oscilábamos entre la música norteamericana y la nacional. Ritmos como el Rock, el Twist, la Balada, el Calipso, etc., todos de ascendencia extranjera, causaban en nosotros el mismo efecto eufóricamente bailable que el mismo Mozambique, la Guaracha y el Son netamente cubanos. 

   Artistas extranjeros juveniles como Bill Haley, Elvis Presley, Paul Anka, Neil Sedaka, Ricky Nelson, Little Richard, Chubby Checker, Harry Belafonte, Los Platers, Billi Cafaro, Los 5 Latinos, Luis Aguilé, Manolo Muñoz, Mona Bell, y otros tantos, gozaban de la misma popularidad y preferencia entre nuestra juventud que los del patio. Por ello, cantantes como Luis Bravo, Danny Puga, el cuarteto Los Zafiros, Raúl Gomez, Wilson y su Combo, etc., se escuchaban con regularidad en las ondas radiales cubanas...

   También, además de los mencionados artistas, había una pléyade de cantantes jóvenes, duos, y grupos musicales cubanos, a los cuales la juventud seguía en sus presentaciones. Por ejemplo, en el club Olokú se presentaba Los Astros de Raúl Gomes (quién no recuerda el éxito "Agujetas de color de Rosa"), Ricky Orlando (en el Barbarán), Pedrito Román, Cristobal Cuéllar, Fabián, (clubs La Red, Karachi, etc.), así como otros más que el tiempo ha borrado de mi mente.

   Por otra parte, nuestra juventud también se deleitaba con la programación de la música instrumental que se transmitía en las emisoras Radio Enciclopedia Popular en La Habana y la CMJK en Camagüey. En estas programaciones se podía escuchar las versiones instrumentales de conocidos temas de películas famosas, ejecutados por las grandes orquestas e interpretes de los EE.UU y de Europa. Nombres de célebres directores musicales como Melachrino, Mantovani, Frank Pourcel, Liberacy, Carmen Cavahallo,  Everardo Ordaz, Ray Antony, Ray Conniff, Percy Fait, Frank Chacksfield, Stanly Black, etc., eran de nuestra preferencia musical...

   Así también, muchos jóvenes iban a los bailes que semanalmente se hacían en el Río Cristal (sábados en la noche y matiné de los domingos), así como también en la Tabernita de Santiago de las Vegas y los Curros de Enrique. Casi todos estos bailes eran amenizados por la gran orquesta Ilusión del 60, (que era de Bejucal), y que muy profesionalmente interpretaba el mismo repertorio de la famosa orquesta Aragón... Aquí la juventud disfrutaba a cabalidad todas las piezas musicales que esta formidable orquesta interpretaba. Desde luego, toda esta música cubana, llena de ritmo y color, se bailaba por nuestra juventud en un nuevo estilo de bailar llamado Casino; para entonces en la parte del Montuno, se cambiaba el paso para otro novedoso estilo bailable conocido como Charleston...

   Otra cosa que distinguía a nosotros los jóvenes era la manera de vestirnos. Vestíamos con pantalones ajustados al cuerpo, casi siempre de color negro, más bien algo cortos (por encima de lo tobillos), siempre con la finalidad de mostrar las inseparables medias blancas; las que se sobresalían con los zapatos mocasines (estos muchas veces forrados con tela). Por otra parte, nuestras camisas eran estampadas telas con colores brillantes, a las que veces se le hacían crucetas en las mangas... -así era nuestra moda juvenil de entonces; llamémosla musical... También, y esto era muy importante para sentirse uno de que estaba en la "onda" (aunque este término se comenzó a usar unos años después en los 70s), el corte de cabello era el llamado "Renovación", con el corte cuadrado o redondo, cruzado atrás; pero eso sí: con la distintiva "mota" al frente... 

   Al respecto del corte juvenil del cabello, había otro que muy pocos de nosotros nos atrevimos a usarlo. Este estilo se le llamaba entonces "El Cherokee" (años después, en la época del Punk Rock se le llamaba "Mohawk").  El mismo consistía en una franja de pelo justa en el medio de la cabeza, la cual iba del frente hasta atrás de la misma; por supuesto a los lados no había un solo cabello... Pero el efecto de este estilo era muy llamativo... En una ocasión un amigo nuestro se lo hizo, y así se fue al cine... Pues bien, cuando la gente lo vio, se formó una conmoción tan grande que se lo llevaron para la estación de policía... donde terminaron pelándolo a rape...(!)

   
Omar

Notas.

Debido a la misma carestía entonces existente, yo  hacía las medias blancas con la tela de las camisetas de mi padre...-sin que él lo supiera-... siempre procurando de que, para evitar pasar un mal rato (una pena), no se me salieran las mismas de los mocasines...

Muchas fueron las veces de que a nuestros zapatos (los "veintiúnicos" que teníamos) los adaptábamos a la fuerza para que parecieran mocasines. Aunque, a veces se les hacía un hueco en el medio de la gastada suela; el cual , como es de suponer, tratábamos de tapar con un pedazo de cartón... El problema era cuando llovía, o cuando en el ambiente, alguien tiraba un cigarro aún encendido... En cuanto a lo primero, pues, obviamente la lluvia hacía que los pedacitos del cartón (taquitos de cartón) fueran dejando una huella mientras caminábamos... Y lo segundo, pues hacía que imprevistamente brincáramos ante el dolor de la quemadura... En una ocasión, mientras estaba bailando, alguien tiró una colilla de cigarro encendida; entonces, sin verla, yo la piso... por lo que tuve que dar instintivamente un salto en un solo pie...De inmediato, y con la sorpresa reflejada en el rostro, la muchacha con la cual estaba bailando me preguntó el porqué del salto, y a mi no se me ocurrió otra idea que la de decirle de que se trataba de un nuevo pasillo de baile que estaba aprendiendo...(!) 

Antes de que se me olvide. Lino Borges y Wilfredo Mendi eran dos cantantes cubanos de boleros que en aquel entonces mucho gustaban a los jóvenes. En Río Cristal había una Vitrola que se conectaba en los recesos de la orquesta, y en la que siempre se escuchaban dos de sus más sonados éxitos: de Lino, "Corazón de cristal" y de Wilfredo, "Furia loca"






   

   
   

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